domingo, 6 de septiembre de 2009

Como una luna en el agua

Ruedo en un túnel de aire, lo siento en la cara, en las orejas, veo el horizonte desde arriba. Llevo un lento balanceo, escucho el traqueteo de las ruedas en el camino trac-toc-trac-toc, y los conejos son manchas grises y veloces. Cierro los ojos y siento los olores, que huelen a ti y a ráfagas de flores de verano, a un aire antiguo que alguna vez inventó mi mente, que nunca se fue; mis manos se aferran a ti y es como si también tú me abrazaras; de pronto abro los ojos entre jadeos y trompicones, la prudencia no permite cerrar así los ojos, tal vez… Me envuelve una música, no hago otra cosa que pensar en ti, y no se me ocurre nada, el sol de la mañana me toca la cara y lo siento como una caricia, la melodía sigue miré por la ventana y me fugué con una niña que iba en bicicleta… Confiado en el sendero pienso que te guío, pero a veces me corriges y pareces tener vida propia; me hablas, de cerca me hablas y no consigo entenderte, tus susurros son de otro mundo, silabeos y sonidos que hablan de prudencia, de no dejarse llevar por los impulsos, de ser reflexivo, de no ir demasiado rápido, dejar que sea el camino el que marque el ritmo, ser responsable... Y yo te veo como una luna en el agua, titilante y delicada, lejana e inaccesible, como el reflejo de algo grande y hermoso que nunca terminaré de alcanzar y del que apenas capto un solo destello.

miércoles, 3 de junio de 2009

Un rabo de nube

Si me dijeran pide un deseo, yo pediría un rabo de nube. Sorprendido quedé la primera vez que imaginé que alguien pudiera desear un rabo de nube, un tornado. Se lo escuché cantar a Silvio Rodríguez hace años. Un torbellino en el suelo, un barredor de tristezas. Un terremoto de aire conectando la tierra, madre de la vida, con la nube, semilla de vida. Vida y muerte bailando unidas una danza de destrucción, pero hermosa como la canción.

En el filo del aire, al borde del precipicio, cimbreándose como una bailarina flexible y poderosa, el rabo de nube que deseaba no era destructivo. Quería un soplo de aire que renovara y removiera mis comodidades y mis conformidades, que me despertara de la rutina, que me llevara a donde no esperé ir y me sorprendiera con lo que no esperé sentir. Aquel rabo de nube horizontal que fuimos transitó por algunas de las jornadas más divertidas, fascinantes y sudorosas de los bastantes años que he pasado en el instituto. Gracias, Milagros Atléticos, por un año tan encantador. Fueron muchos los días en los que fui al trabajo pensando en cosas que no solía, maquinando planes no a través del trabajo, que también se puede, sino a través de nuestro particular rabo de nube de amistad, de complicidad, de anárquica e improvisada organización, de libertad. Todo lo que hice fue con gusto, a gusto. No lo olvidaré. Gracias.

domingo, 8 de febrero de 2009

TURISTA EN MI PAÍS


Tal vez pueda ser eso que los noticiarios llaman "el turismo interior". Que no es el del autoconocimiento sino el del interior del país en el que uno vive. Pero interiores hay muchos, según Woody Allen, sobre todo en un país como este, de contrastes. En este invierno nos ha llegado una especie de minicambio climático a contracorriente. Y ahora en mi pequeño y seco país se está produciendo una especie de milagrosa transformación, y ahora todo todo es verde. Pero verde, verde. Dicen los viejos que antes siempre era así. Deben ser muy muy viejos y debe ser muy muy antes, desde luego yo jamás había visto nada igual en Lanzarote. Como resultado, cuando todavía queda mucho invierno, disponemos de un paisaje de película en esta pequeña isla. Disfrutemos de esto, es casi gratis en plena crisis, seamos turistas en nuestro país todo lo que podamos. Y que viva este cambio climático... por ahora. Las fotos se pueden ver y descargar de http://www.flickr.com/photos/21409913@N03. Las rutas se pueden ver y también descargar de http://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?name=jtavleo. O bien activando la capa WIKILOC en Google Earth (clic en Capas, Base de datos principal, Gallery, Wikiloc).